martes, 17 de septiembre de 2013

Reflexión.

Negarse a sí mismo es negar el Universo.
Igual que negar que un águila puede volar, un león correr o un delfín nadar.
 Nos paramos tantas veces a lo largo del día a pensar, que no nos queda tiempo para ser felices simplemente por vivir. Buscamos la respuesta a todo, pero en realidad siempre a las mismas cosas. No buscamos la respuesta a nada. Miramos la televisión, leemos libros comerciales y en realidad lo que nos falta es salir a la calle y observar. Ver nuestro mundo, lo que está pasando, dejar de estar absortos en las mismas cosas de siempre. Entonces encontraremos el sentido. Entonces veremos lo fácil que es ser feliz y lo difícil que lo hacemos en verdad.

martes, 20 de agosto de 2013

Historia de verano.

Iba escuchando con los cascos las canción de "More than friends" de Inna mientras dibujaba en mi cuaderno. Iba en el coche, de camino a la playa, no paraba de pensar en que volvería a ver a mis amigos de allí y, que conocería gente nueva, pero para nada sabía lo que iba a pasar. Era el verano que llevaba esperando todo el año, con mis amigas del instituto, no entrar en casa y por fin disfrutar del mar y del estilo de vida playero durante unos días. Deje las maletas y en seguida quedé con mis amigos, la verdad que el reencuentro fue maravilloso, les echaba mucho de menos. Poco a poco, día a día fui conociendo gente nueva, esperaba poder encontrar buenos amigos y así renovarme a mí misma y...un chico ya sabéis, alguien que te haga sentir especial. Una noche fuimos a la cala, a hacer una fiestecilla con bebida y demases, y allí estaba. Un chico al que había conocido hace unos días, había "feeling", era muy amable y sincero y, bueno, me gustaba. Un día tuve un problema con mis amigas, las tipicas peleas que si no se tienen se puede asegurar que no es una amistad de verdad, y él estaba ahí siempre y poco a poco empecé a darme cuenta de que no le quería perder por nada del mundo. Esos sentimientos se van colando por algún recoveco que queda aún habiendo cerrado tu corazón por un tiempo y lo notas, es algo que se sabe y que muchas veces da miedo aceptar. Su cuñada y mi amiga se entero he hizo lo imposible para juntarlos y así lo hizo, todo de bromas pero resultaba que yo le gustaba a él de verdad. El verano se convirtió en el mejor verano de mi vida, por las amistades, los amores, el unirse mucho más a las personas más importantes para ti... Hacer cosas nuevas, esas cosas del verano que luego echas tanto de menos que tienes una depresión posplayera, estas cosas solo se viven en esta edad. Nunca pensé que me iba a gustar tanto tener 16 años, y poco a poco te das cuenta que no hay nada perdido ni finalizado, que tienes oportunidades continuamente, la clave está en la confianza y en saber qué es lo mejor para ti y para la gente a la que quieres, saber elegir por lo que sientes y no por lo que te dicen y, en definitiva, ser fiel a ti mismo.

jueves, 11 de julio de 2013

Vive en el presente.

El sol se escondía tras las nubes, yo podía observarlo desde la ventana del tren. Una tarde bonita, precioso el paisaje por Madrid; "qué pena que el no lo pueda ver" pensé, "voy a enviarle una foto" me dije; y así lo hice. ¿Su respuesta? Ninguna. Bien, así es fácil mantener una relación sí señor, bueno, estará ocupado.
Tantas veces hice eso, tantas veces me busqué errores a mí misma para tapar sus numerosas cagadas, tantas veces me cerré a otras opciones y a mis amigos; tantas veces le tuve en un pedestal y a mí por los suelos, le di todo para que me decepcionara de esta manera. En verdad la vida te ayuda a seguir, a aprender y, en sí, a vivir. ¿Descubrirse, confiar y creer en uno mismo? Es lo más grande. Eso lo sé ya, a los 16 años y espero que vosotros lo aprendáis sin máscaras, falsas sonrisas y sin tener que repetiros a uno mismo que no pasa nada y que todo va a salir bien. De veras, menos dolorosamente. Aunque, ahora, me siento más viva, más yo misma, no es tan malo al cabo del tiempo, estoy libre y feliz, confío en mí y valoro las cosas que merece la pena valorar.
Tropecé dos veces con la misma piedra por mi gran torpeza pero, espero que la próxima vez que lo haga, la piedra sea más bonita, que brille más por dentro y que no me haga tanto daño.

lunes, 3 de junio de 2013

Relato.

Miraste hacia los lados y dijiste "No viene nadie, no seas tonta" y claro, yo no supe dónde meterme. Me mirabas a los ojos, con esa mirada dulce pero a la vez insistente y juguetona, entonces empecé a cantar. Al principio estaba muy insegura, sentía cómo mis mejillas empezaban a arder y mis ojos se humedecían, pero a la vez cantaba mirando tu reacción y escrutándola por si se avispaba algún gesto que me dijese "para". Pero no, todo lo contrario, tus ojos se iluminaban, tu sonrisa aparecía poco a poco y yo iba cogiendo seguridad y cantando con mi dulce voz heredada de mi madre. Cuando terminé, te quedaste callado, sonreíste ampliamente y me dijiste "con tu voz se podría embriagar a sirenas, eres alucinante". En ese momento una carcajada salió desde mi pecho y tú te reíste conmigo, después nos fuimos andando a seguir al grupo.